
La terapia genética de estos británicos ha dejado mudo a muchos que pensaban que la ceguera hereditaria y progresiva era imposible de curar. Steven Howarth, uno de los tres chicos tratados, fue grabado caminando en plena noche por la BBC y más aún el chico de 18 años no sufrió ninguna caída.
A Howarth se le inyecto bajó la retina una copia del gen RPE65 que es el causante de que alrededor de 80.000 britanicos pierdan la vista alrededor de los 30 años. Los resultados de este gran descubrimiento en el campo de la oftalmología fueron publicados en la revista The New Journal of Medicine .
El próximo paso del estudio será aplicar esta terapia en pacientes menores de edad, ya que el proceso parece tener mejores resultados en la infancia debido a que la retina no se ha degenerado tan ampliamente. Por otro lado, estudios realizados en Filadelfia( EE.UU) apuntan a que efectivamente esta enfermedad congénita puede ser tratada obteniendo cada vez más sensibilidad a la luz por parte de los pacientes.
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